Cuando ayunas o pasas hambre, tu cuerpo puede activar un proceso llamado autofagia. Este mecanismo natural permite a las células reciclar y eliminar componentes dañados, viejos o disfuncionales, contribuyendo a la regeneración y mantenimiento de la salud celular. Durante períodos de restricción calórica, como el ayuno intermitente, el cuerpo entra en un estado de estrés metabólico que estimula la autofagia.
En este proceso, las células descomponen materiales innecesarios para obtener energía y nutrientes, promoviendo una especie de "limpieza interna" que puede proteger contra enfermedades neurodegenerativas, el envejecimiento prematuro y ciertos tipos de cáncer.
Sin embargo, la autofagia no se activa de inmediato; suele requerir ayunos prolongados (16-24 horas, dependiendo de cada persona) o una reducción calórica significativa. Aunque sus beneficios son prometedores, el ayuno debe practicarse con precaución y, preferiblemente, bajo supervisión médica, especialmente en personas con condiciones de salud preexistentes
Fuentes: Nature, Cell, y Journal of Clinical Investigation
En este proceso, las células descomponen materiales innecesarios para obtener energía y nutrientes, promoviendo una especie de "limpieza interna" que puede proteger contra enfermedades neurodegenerativas, el envejecimiento prematuro y ciertos tipos de cáncer.
Sin embargo, la autofagia no se activa de inmediato; suele requerir ayunos prolongados (16-24 horas, dependiendo de cada persona) o una reducción calórica significativa. Aunque sus beneficios son prometedores, el ayuno debe practicarse con precaución y, preferiblemente, bajo supervisión médica, especialmente en personas con condiciones de salud preexistentes
Fuentes: Nature, Cell, y Journal of Clinical Investigation
Cuando ayunas o pasas hambre, tu cuerpo puede activar un proceso llamado autofagia. Este mecanismo natural permite a las células reciclar y eliminar componentes dañados, viejos o disfuncionales, contribuyendo a la regeneración y mantenimiento de la salud celular. Durante períodos de restricción calórica, como el ayuno intermitente, el cuerpo entra en un estado de estrés metabólico que estimula la autofagia.
En este proceso, las células descomponen materiales innecesarios para obtener energía y nutrientes, promoviendo una especie de "limpieza interna" que puede proteger contra enfermedades neurodegenerativas, el envejecimiento prematuro y ciertos tipos de cáncer.
Sin embargo, la autofagia no se activa de inmediato; suele requerir ayunos prolongados (16-24 horas, dependiendo de cada persona) o una reducción calórica significativa. Aunque sus beneficios son prometedores, el ayuno debe practicarse con precaución y, preferiblemente, bajo supervisión médica, especialmente en personas con condiciones de salud preexistentes
Fuentes: Nature, Cell, y Journal of Clinical Investigation
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