"El barco de Oseberg: un vistazo notable a las prácticas funerarias vikingas".
Descubierto en 1904 en la granja Oseberg en Noruega, el barco Oseberg es un hallazgo arqueológico extraordinario que data de principios del siglo 800 d.C. Considerado uno de los barcos vikingos mejor conservados, este barco de roble mide 22 metros de largo y fue diseñado tanto para remar como para navegar, lo que demuestra la avanzada artesanía de la época vikinga.
El barco sirvió como recipiente funerario y contenía una gran cantidad de ajuar funerario que incluía trineos, textiles, cofres y herramientas de madera intrincadamente tallada, que mostraban los logros artísticos y prácticos de la época. Aunque los saqueadores se habían llevado los metales preciosos, los artefactos restantes revelaron la importancia del entierro.
Entre los restos se encontraban los esqueletos decapitados de 15 caballos, un buey y cuatro perros, que se cree que fueron sacrificios rituales que acompañaban al difunto. Lo más intrigante es que la tumba contenía los esqueletos parciales de dos mujeres. El análisis de ADN reveló que uno tenía unos 80 años y podría haber padecido el síndrome de Morgagni, lo que podría explicar sus rasgos más masculinos. La mujer más joven, de aproximadamente 40 años, tuvo un papel menos claro en el entierro.
La mujer mayor ha sido vinculada, aunque de forma especulativa, con la reina Asa, una figura legendaria de las sagas nórdicas. Sin embargo, las verdaderas identidades de estas mujeres, su estatus y su conexión siguen siendo un tema de debate, lo que se suma al perdurable misterio del entierro de Oseberg.
Descubierto en 1904 en la granja Oseberg en Noruega, el barco Oseberg es un hallazgo arqueológico extraordinario que data de principios del siglo 800 d.C. Considerado uno de los barcos vikingos mejor conservados, este barco de roble mide 22 metros de largo y fue diseñado tanto para remar como para navegar, lo que demuestra la avanzada artesanía de la época vikinga.
El barco sirvió como recipiente funerario y contenía una gran cantidad de ajuar funerario que incluía trineos, textiles, cofres y herramientas de madera intrincadamente tallada, que mostraban los logros artísticos y prácticos de la época. Aunque los saqueadores se habían llevado los metales preciosos, los artefactos restantes revelaron la importancia del entierro.
Entre los restos se encontraban los esqueletos decapitados de 15 caballos, un buey y cuatro perros, que se cree que fueron sacrificios rituales que acompañaban al difunto. Lo más intrigante es que la tumba contenía los esqueletos parciales de dos mujeres. El análisis de ADN reveló que uno tenía unos 80 años y podría haber padecido el síndrome de Morgagni, lo que podría explicar sus rasgos más masculinos. La mujer más joven, de aproximadamente 40 años, tuvo un papel menos claro en el entierro.
La mujer mayor ha sido vinculada, aunque de forma especulativa, con la reina Asa, una figura legendaria de las sagas nórdicas. Sin embargo, las verdaderas identidades de estas mujeres, su estatus y su conexión siguen siendo un tema de debate, lo que se suma al perdurable misterio del entierro de Oseberg.
"El barco de Oseberg: un vistazo notable a las prácticas funerarias vikingas".
Descubierto en 1904 en la granja Oseberg en Noruega, el barco Oseberg es un hallazgo arqueológico extraordinario que data de principios del siglo 800 d.C. Considerado uno de los barcos vikingos mejor conservados, este barco de roble mide 22 metros de largo y fue diseñado tanto para remar como para navegar, lo que demuestra la avanzada artesanía de la época vikinga.
El barco sirvió como recipiente funerario y contenía una gran cantidad de ajuar funerario que incluía trineos, textiles, cofres y herramientas de madera intrincadamente tallada, que mostraban los logros artísticos y prácticos de la época. Aunque los saqueadores se habían llevado los metales preciosos, los artefactos restantes revelaron la importancia del entierro.
Entre los restos se encontraban los esqueletos decapitados de 15 caballos, un buey y cuatro perros, que se cree que fueron sacrificios rituales que acompañaban al difunto. Lo más intrigante es que la tumba contenía los esqueletos parciales de dos mujeres. El análisis de ADN reveló que uno tenía unos 80 años y podría haber padecido el síndrome de Morgagni, lo que podría explicar sus rasgos más masculinos. La mujer más joven, de aproximadamente 40 años, tuvo un papel menos claro en el entierro.
La mujer mayor ha sido vinculada, aunque de forma especulativa, con la reina Asa, una figura legendaria de las sagas nórdicas. Sin embargo, las verdaderas identidades de estas mujeres, su estatus y su conexión siguen siendo un tema de debate, lo que se suma al perdurable misterio del entierro de Oseberg.
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