Esta imagen explica la diferencia entre un embrague que patina y uno que vibra.
Un embrague que patina se caracteriza por un aumento de las RPM, pero el vehículo no avanza, dificultad para subir cuestas y olor a quemado. La causa suele ser un forro de embrague desgastado o engrasado o un resorte débil.
Un embrague que vibra se caracteriza por la vibración al soltar el pedal o al arrancar. Las causas comunes incluyen un plato del volante doblado o una desalineación del motor.
En esencia: patinando → patinando; vibrando → vibrando.
Esta imagen explica la diferencia entre un embrague que patina y uno que vibra.
Un embrague que patina se caracteriza por un aumento de las RPM, pero el vehículo no avanza, dificultad para subir cuestas y olor a quemado. La causa suele ser un forro de embrague desgastado o engrasado o un resorte débil.
Un embrague que vibra se caracteriza por la vibración al soltar el pedal o al arrancar. Las causas comunes incluyen un plato del volante doblado o una desalineación del motor.
En esencia: patinando → patinando; vibrando → vibrando.