• Teotihuacán: La Ciudad Donde los Hombres se Convirtieron en Dioses

    Teotihuacán, cuyo nombre fue dado por los mexicas y significa "el lugar donde los dioses fueron creados", sigue siendo uno de los mayores enigmas de Mesoamérica. A pesar de que ya estaba abandonada cuando los mexicas la redescubrieron, su grandeza les inspiró profundo respeto. Pero ¿quiénes fueron los verdaderos constructores de esta majestuosa ciudad?

    Fundada alrededor del siglo II a.C., Teotihuacán creció hasta convertirse en una de las ciudades más grandes del mundo antiguo, con más de 100,000 habitantes en su apogeo. A lo largo de su famosa Calzada de los Muertos, se erigen las imponentes Pirámides del Sol y de la Luna, alineadas con precisión astronómica, lo que revela un conocimiento celeste altamente avanzado.

    La ciudad era un centro político, económico y religioso. El comercio de obsidiana, cerámica y plumas de quetzal la conectaba con otras regiones de Mesoamérica, mientras que los complejos rituales en sus templos mantenían un equilibrio entre el mundo humano y lo divino. Aunque su escritura aún no ha sido totalmente descifrada, los murales y restos arquitectónicos hablan de una sociedad organizada, jerárquica y profundamente espiritual.

    Lo más misterioso es su colapso repentino hacia el siglo VII. Teorías hablan de rebeliones internas, desastres naturales o invasiones, pero no existe una respuesta definitiva. Aun así, Teotihuacán permanece como testimonio de una civilización que alcanzó alturas monumentales, y cuya sombra sigue proyectándose en la identidad cultural de México.

    #aztecas #Apaches #mitologiagriega #mitosyleyendas #history
    Teotihuacán: La Ciudad Donde los Hombres se Convirtieron en Dioses Teotihuacán, cuyo nombre fue dado por los mexicas y significa "el lugar donde los dioses fueron creados", sigue siendo uno de los mayores enigmas de Mesoamérica. A pesar de que ya estaba abandonada cuando los mexicas la redescubrieron, su grandeza les inspiró profundo respeto. Pero ¿quiénes fueron los verdaderos constructores de esta majestuosa ciudad? Fundada alrededor del siglo II a.C., Teotihuacán creció hasta convertirse en una de las ciudades más grandes del mundo antiguo, con más de 100,000 habitantes en su apogeo. A lo largo de su famosa Calzada de los Muertos, se erigen las imponentes Pirámides del Sol y de la Luna, alineadas con precisión astronómica, lo que revela un conocimiento celeste altamente avanzado. La ciudad era un centro político, económico y religioso. El comercio de obsidiana, cerámica y plumas de quetzal la conectaba con otras regiones de Mesoamérica, mientras que los complejos rituales en sus templos mantenían un equilibrio entre el mundo humano y lo divino. Aunque su escritura aún no ha sido totalmente descifrada, los murales y restos arquitectónicos hablan de una sociedad organizada, jerárquica y profundamente espiritual. Lo más misterioso es su colapso repentino hacia el siglo VII. Teorías hablan de rebeliones internas, desastres naturales o invasiones, pero no existe una respuesta definitiva. Aun así, Teotihuacán permanece como testimonio de una civilización que alcanzó alturas monumentales, y cuya sombra sigue proyectándose en la identidad cultural de México. #aztecas #Apaches #mitologiagriega #mitosyleyendas #history
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  • La ciudad de México estuvo a punto de ser extinguida de la faz de la tierra!
    La ciudad de México estuvo a punto de ser extinguida de la faz de la tierra!
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  • El oxxo más chido de México está en Playa Miramar, tiene ovnis, marcianos y hasta mapaches
    El oxxo más chido de México está en Playa Miramar, tiene ovnis, marcianos y hasta mapaches 🛸👽🦝
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  • Tenemos una nueva marca sumada al programa Hecho en México: Bimbo. Nuestro sello distintivo estará en más de 34 países.
    Tenemos una nueva marca sumada al programa Hecho en México: Bimbo. Nuestro sello distintivo estará en más de 34 países. 🇲🇽
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  • Peyote ( Es una Cactus prohibido en México ).

    Es un cactus pequeño redondo sin espinas que alcanza alturas de 2 a 7 cm y diámetros de 4 a 12 cm. La parte superior que está por encima de la superficie se llama corona, que consta de botones en forma de disco que contienen mescalina. Las flores pueden ser de color blanco, rosa, ligeramente amarillentas o rojizas. Estas se abren durante el día, variando de 1 a 2,4 cm de largo, y alcanzan un diámetro de 1 a 2,2 cm.Al producir flores, son seguidas por pequeños frutos rosados los cuales son carnosos, en su madurez son de color blanco pardusco y secos, miden de 1,5 a 2 cm de largo. Contienen semillas negras con forma de pera de 1 a 1,5 mm de largo y 1 mm de ancho. Y el sabor del peyote es amargo.

    El peyote es endémico del norte de México y además crece en el suroeste de los Estados Unidos.Puede encontrarse en altitudes entre 100 a 1.500 metros sobre el nivel del mar.

    Crece sobre suelos calizos y bajo los matorrales espinosos del desierto, protegiendo así de los depredadores, además tienen un crecimiento lento tardando más de 30 años para alcanzar edad de floración.

    Dentro del género Lophophora, L. williamsii es la que contiene mayor cantidad de mescalina. Este compuesto es una β-fenetilamina y tiene una estructura química similar a la de la dopamina. Sus efectos psicodélicos parecen estar mediados por la activación de los receptores 5-HT2A y 5-HT2C, donde existe una alta afinidad; sin embargo, esta afinidad es significativamente menor que la de LSD-25.La dosis oral de 5 mg/kg de peso corporal, genera efectos psicoactivos y cada botón (corona) de esta especie posee alrededor de 45 mg de mescalina.

    Asimismo, la mescalina puede absorberse por el tracto gastrointestinal, donde el efecto inicia después de 30 min de su ingesta. Cabe señalar que los peyotes con más edad son los que contienen mayor cantidad de mescalina, dependiendo también de los factores ambientales y las condiciones del terreno, variando entre el 0,7% y el 3,5% del peso.
    Peyote ( Es una Cactus prohibido en México ). Es un cactus pequeño redondo sin espinas que alcanza alturas de 2 a 7 cm y diámetros de 4 a 12 cm. La parte superior que está por encima de la superficie se llama corona, que consta de botones en forma de disco que contienen mescalina. Las flores pueden ser de color blanco, rosa, ligeramente amarillentas o rojizas. Estas se abren durante el día, variando de 1 a 2,4 cm de largo, y alcanzan un diámetro de 1 a 2,2 cm.Al producir flores, son seguidas por pequeños frutos rosados los cuales son carnosos, en su madurez son de color blanco pardusco y secos, miden de 1,5 a 2 cm de largo. Contienen semillas negras con forma de pera de 1 a 1,5 mm de largo y 1 mm de ancho. Y el sabor del peyote es amargo. El peyote es endémico del norte de México y además crece en el suroeste de los Estados Unidos.Puede encontrarse en altitudes entre 100 a 1.500 metros sobre el nivel del mar. Crece sobre suelos calizos y bajo los matorrales espinosos del desierto, protegiendo así de los depredadores, además tienen un crecimiento lento tardando más de 30 años para alcanzar edad de floración. Dentro del género Lophophora, L. williamsii es la que contiene mayor cantidad de mescalina. Este compuesto es una β-fenetilamina y tiene una estructura química similar a la de la dopamina. Sus efectos psicodélicos parecen estar mediados por la activación de los receptores 5-HT2A y 5-HT2C, donde existe una alta afinidad; sin embargo, esta afinidad es significativamente menor que la de LSD-25.La dosis oral de 5 mg/kg de peso corporal, genera efectos psicoactivos y cada botón (corona) de esta especie posee alrededor de 45 mg de mescalina. Asimismo, la mescalina puede absorberse por el tracto gastrointestinal, donde el efecto inicia después de 30 min de su ingesta. Cabe señalar que los peyotes con más edad son los que contienen mayor cantidad de mescalina, dependiendo también de los factores ambientales y las condiciones del terreno, variando entre el 0,7% y el 3,5% del peso.
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  • AGUA EN POLVO: UN INVENTO MEXICANO QUE PUEDE SALVAR COSECHAS Y COMBATIR LA SEQUÍA

    Sergio Jesús Rico Velasco, ingeniero mexicano egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN), desarrolló una tecnología revolucionaria conocida como “agua sólida”, también llamada popularmente agua en polvo.

    Este invento está basado en un polímero biodegradable capaz de absorber y retener hasta 200 veces su peso en agua, convirtiendo el líquido en una especie de gel que mantiene húmeda la tierra por más de un mes.

    Su aplicación en la agricultura es impresionante:
    Reduce el consumo de agua entre un 50% y un 90%, lo que lo convierte en una herramienta esencial para combatir la sequía y mejorar la productividad en regiones áridas o con poca disponibilidad de riego.

    Además, es reutilizable hasta por 8 años, económico y respetuoso con el medio ambiente.

    Este invento ya ha sido utilizado con éxito en México, India, Ecuador, España y otros países… demostrando que la innovación mexicana puede transformar el mundo, una gota a la vez.

    ¿CÓMO SE FABRICA EL AGUA EN POLVO?

    El invento está basado en un polímero superabsorbente conocido como poliacrilato de potasio, el mismo que se utiliza en pañales o toallas sanitarias, pero adaptado para uso agrícola con una fórmula biodegradable y no tóxica para el suelo.

    Materiales básicos necesarios:

    1. Poliacrilato de potasio (principal agente absorbente)

    2. Aditivos naturales que regulan su descomposición y evitan toxicidad

    3. Proceso de gelificación por absorción

    4. Equipo de secado y molienda para convertir el gel en polvo

    5. Envasado hermético en condiciones controladas

    Proceso básico de fabricación:

    1. Síntesis del polímero:
    Se genera el poliacrilato de potasio a partir de una reacción química entre ácido acrílico y una base neutra, en presencia de un iniciador.

    2. Absorción de agua:
    El polímero se hidrata con agua pura hasta formar un gel espeso.

    3. Secado controlado:
    El gel se seca lentamente para conservar su estructura expandible.

    4. Molienda fina:
    El gel seco se muele cuidadosamente para convertirlo en un polvo fino, sin dañar sus propiedades absorbentes.

    5. Empaque:
    Se guarda en bolsas o recipientes sellados, protegidos de la humedad hasta su uso.

    ¿Cómo se usa?

    Se mezcla con la tierra cerca de la raíz de la planta.

    Absorbe el agua de riego o lluvia y la libera gradualmente.

    Una sola aplicación puede durar hasta 40 días antes de volver a cargarse con agua.

    Dato adicional interesante:

    El agua sólida de Sergio Rico no requiere maquinaria industrial costosa para aplicarse, lo cual ha sido clave para que pequeños productores rurales la utilicen con éxito.
    AGUA EN POLVO: UN INVENTO MEXICANO QUE PUEDE SALVAR COSECHAS Y COMBATIR LA SEQUÍA Sergio Jesús Rico Velasco, ingeniero mexicano egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN), desarrolló una tecnología revolucionaria conocida como “agua sólida”, también llamada popularmente agua en polvo. Este invento está basado en un polímero biodegradable capaz de absorber y retener hasta 200 veces su peso en agua, convirtiendo el líquido en una especie de gel que mantiene húmeda la tierra por más de un mes. Su aplicación en la agricultura es impresionante: Reduce el consumo de agua entre un 50% y un 90%, lo que lo convierte en una herramienta esencial para combatir la sequía y mejorar la productividad en regiones áridas o con poca disponibilidad de riego. Además, es reutilizable hasta por 8 años, económico y respetuoso con el medio ambiente. Este invento ya ha sido utilizado con éxito en México, India, Ecuador, España y otros países… demostrando que la innovación mexicana puede transformar el mundo, una gota a la vez. ¿CÓMO SE FABRICA EL AGUA EN POLVO? El invento está basado en un polímero superabsorbente conocido como poliacrilato de potasio, el mismo que se utiliza en pañales o toallas sanitarias, pero adaptado para uso agrícola con una fórmula biodegradable y no tóxica para el suelo. Materiales básicos necesarios: 1. Poliacrilato de potasio (principal agente absorbente) 2. Aditivos naturales que regulan su descomposición y evitan toxicidad 3. Proceso de gelificación por absorción 4. Equipo de secado y molienda para convertir el gel en polvo 5. Envasado hermético en condiciones controladas Proceso básico de fabricación: 1. Síntesis del polímero: Se genera el poliacrilato de potasio a partir de una reacción química entre ácido acrílico y una base neutra, en presencia de un iniciador. 2. Absorción de agua: El polímero se hidrata con agua pura hasta formar un gel espeso. 3. Secado controlado: El gel se seca lentamente para conservar su estructura expandible. 4. Molienda fina: El gel seco se muele cuidadosamente para convertirlo en un polvo fino, sin dañar sus propiedades absorbentes. 5. Empaque: Se guarda en bolsas o recipientes sellados, protegidos de la humedad hasta su uso. ¿Cómo se usa? Se mezcla con la tierra cerca de la raíz de la planta. Absorbe el agua de riego o lluvia y la libera gradualmente. Una sola aplicación puede durar hasta 40 días antes de volver a cargarse con agua. Dato adicional interesante: El agua sólida de Sergio Rico no requiere maquinaria industrial costosa para aplicarse, lo cual ha sido clave para que pequeños productores rurales la utilicen con éxito.
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  • Los Mexicas: El Gran Imperio del Valle de México

    El sol se alzaba como un disco de oro sobre el Valle de México, bañando de luz las aguas del lago Texcoco y las chinampas que flotaban como retazos de tierra viva. Era el siglo XIV, y el viento silbaba entre los juncos, trayendo el aroma del copal y el murmullo de una ciudad en ascenso. El crujir de las sandalias resonaba en las calzadas de Tenochtitlán, mientras el eco de los tambores retumbaba desde el Templo Mayor, anunciando el poder de los mexicas. Este pueblo, conocido también como aztecas, transformó un pantano en el corazón de un imperio que dominó Mesoamérica, un torbellino de guerra, fe y genio que dejó su huella en la historia. Este relato te llevará al alma de los mexicas, un viaje donde su grandeza se alzó desde las raíces de un mito hasta las cenizas de la conquista.

    El Nacimiento de un Destino
    La niebla envolvía el lago al amanecer, y las sombras de las garzas planeaban sobre las aguas cuando los mexicas, guiados por Huitzilopochtli, llegaron al Valle en 1325. El aroma del lodo y las plumas húmedas impregnaba el aire mientras este pueblo chichimeca, tras salir de Aztlán, encontró su signo profetizado: un águila devorando una serpiente sobre un nopal. El crujir de las ramas al construir sus primeros altares marcaba el inicio de Tenochtitlán, una ciudad sobre pilotes en un islote pantanoso. El tintineo de las herramientas al cavar canales resonaba como un desafío a la naturaleza, un eco de su voluntad de forjar un hogar.

    Bajo Acamapichtli, su primer tlatoani, los mexicas pasaron de ser un pueblo errante a vasallos de Azcapotzalco. El silbido de las promesas de poder resonó en 1428, cuando Itzcoatl, con la Triple Alianza —Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopan—, aplastó a los tepanecas. El crujir de las llamas al consumir la ciudad enemiga marcó el nacimiento del imperio, un susurro de su ascenso que pronto resonaría desde el Golfo hasta el Pacífico.

    El Imperio de Sangre y Gloria
    El sol ardía en lo alto del siglo XV, y las tierras temblaban con el rugido de las conquistas mexicas. El aroma del sudor y la pólvora aún estaba lejos, pero el crujir de las macanas al chocar resonaba en campañas contra los tlaxcaltecas, zapotecas y mixtecos. El silbido de las flechas cortaba el aire en las xochiyaoyotl, guerras floridas para capturar prisioneros, mientras el tintineo de los escudos al apilarse marcaba su dominio. Bajo Moctezuma Ilhuicamina y Ahuizotl, el imperio creció hasta abarcar 200,000 kilómetros cuadrados, el eco de sus tributos —plumas, jade, cacao— resonando en los mercados de Tlatelolco.

    Tenochtitlán, con sus 200,000 habitantes, era una maravilla: canales navegables, calzadas y el Templo Mayor, donde el crujir de los cuchillos de obsidiana abría pechos para Huitzilopochtli. El silbido de los sacerdotes al entonar himnos aseguraba el amanecer, un susurro de una fe que unía guerra y cosmos. En 2025, excavaciones bajo la Ciudad de México revelaron un tzompantli con miles de cráneos, un eco de su devoción sangrienta.

    La Vida en el Corazón del Imperio
    El crepúsculo teñía el lago de rojo, y el aroma del maíz y las flores llenaba las plazas mientras los mexicas prosperaban. El crujir de las chinampas al cosecharse resonaba en su agricultura flotante, un genio que alimentaba a miles. El silbido de las flautas en las fiestas del calendario tonalámatl —18 meses de 20 días— marcaba su vida, y el tintineo de las plumas al coserse en trajes de guerreros águila y jaguar resonaba como un símbolo de honor. Escuelas como la calmecac y la telpochcalli forjaban a nobles y plebeyos, el eco de sus lecciones resonando en un pueblo jerárquico pero unido.

    El comercio florecía en Tlatelolco, el crujir de las barcas al descargar cacao y turquesa llenando el aire. El silbido de los poetas, como Nezahualcóyotl de Texcoco, cantaba a la fugacidad de la vida, un susurro de una cultura que equilibraba la guerra con el arte. En 2024, un códice hallado en Chalco narró la fundación de Tenochtitlán, un eco de su orgullo grabado en papel de amate.

    La Caída y el Eco
    El siglo XVI trajo el estruendo de 1519, y el aroma del hierro y la pólvora llenó el aire cuando Hernán Cortés llegó con sus barcos. El crujir de las velas al desplegarse resonó mientras Moctezuma Xocoyotzin lo recibió, confundido por profecías de Quetzalcóatl. El silbido de las traiciones marcó la Noche Triste en 1520, y el tintineo de las armas al chocar resonó en la caída de Tenochtitlán en 1521, bajo Cuauhtémoc. El eco de las ruinas al derrumbarse sepultó un imperio, pero no su espíritu.

    Los españoles impusieron su cruz, el crujir de las iglesias alzándose sobre los templos, pero las raíces mexicas sobrevivieron en la sangre mestiza y las tradiciones. El silbido de las lenguas náhuatl aún resuena en pueblos como Milpa Alta, un susurro de su resistencia. A 9 de abril de 2025, los mexicas son un torbellino vivo: en el Zócalo que cubre su capital, en los códices que narran su grandeza, y en el alma de un México que lleva su legado. No fue solo un imperio; fue un rugido de poder y fe, un eco que invita a mirar más allá del lago, al corazón de una civilización eterna.
    Los Mexicas: El Gran Imperio del Valle de México El sol se alzaba como un disco de oro sobre el Valle de México, bañando de luz las aguas del lago Texcoco y las chinampas que flotaban como retazos de tierra viva. Era el siglo XIV, y el viento silbaba entre los juncos, trayendo el aroma del copal y el murmullo de una ciudad en ascenso. El crujir de las sandalias resonaba en las calzadas de Tenochtitlán, mientras el eco de los tambores retumbaba desde el Templo Mayor, anunciando el poder de los mexicas. Este pueblo, conocido también como aztecas, transformó un pantano en el corazón de un imperio que dominó Mesoamérica, un torbellino de guerra, fe y genio que dejó su huella en la historia. Este relato te llevará al alma de los mexicas, un viaje donde su grandeza se alzó desde las raíces de un mito hasta las cenizas de la conquista. El Nacimiento de un Destino La niebla envolvía el lago al amanecer, y las sombras de las garzas planeaban sobre las aguas cuando los mexicas, guiados por Huitzilopochtli, llegaron al Valle en 1325. El aroma del lodo y las plumas húmedas impregnaba el aire mientras este pueblo chichimeca, tras salir de Aztlán, encontró su signo profetizado: un águila devorando una serpiente sobre un nopal. El crujir de las ramas al construir sus primeros altares marcaba el inicio de Tenochtitlán, una ciudad sobre pilotes en un islote pantanoso. El tintineo de las herramientas al cavar canales resonaba como un desafío a la naturaleza, un eco de su voluntad de forjar un hogar. Bajo Acamapichtli, su primer tlatoani, los mexicas pasaron de ser un pueblo errante a vasallos de Azcapotzalco. El silbido de las promesas de poder resonó en 1428, cuando Itzcoatl, con la Triple Alianza —Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopan—, aplastó a los tepanecas. El crujir de las llamas al consumir la ciudad enemiga marcó el nacimiento del imperio, un susurro de su ascenso que pronto resonaría desde el Golfo hasta el Pacífico. El Imperio de Sangre y Gloria El sol ardía en lo alto del siglo XV, y las tierras temblaban con el rugido de las conquistas mexicas. El aroma del sudor y la pólvora aún estaba lejos, pero el crujir de las macanas al chocar resonaba en campañas contra los tlaxcaltecas, zapotecas y mixtecos. El silbido de las flechas cortaba el aire en las xochiyaoyotl, guerras floridas para capturar prisioneros, mientras el tintineo de los escudos al apilarse marcaba su dominio. Bajo Moctezuma Ilhuicamina y Ahuizotl, el imperio creció hasta abarcar 200,000 kilómetros cuadrados, el eco de sus tributos —plumas, jade, cacao— resonando en los mercados de Tlatelolco. Tenochtitlán, con sus 200,000 habitantes, era una maravilla: canales navegables, calzadas y el Templo Mayor, donde el crujir de los cuchillos de obsidiana abría pechos para Huitzilopochtli. El silbido de los sacerdotes al entonar himnos aseguraba el amanecer, un susurro de una fe que unía guerra y cosmos. En 2025, excavaciones bajo la Ciudad de México revelaron un tzompantli con miles de cráneos, un eco de su devoción sangrienta. La Vida en el Corazón del Imperio El crepúsculo teñía el lago de rojo, y el aroma del maíz y las flores llenaba las plazas mientras los mexicas prosperaban. El crujir de las chinampas al cosecharse resonaba en su agricultura flotante, un genio que alimentaba a miles. El silbido de las flautas en las fiestas del calendario tonalámatl —18 meses de 20 días— marcaba su vida, y el tintineo de las plumas al coserse en trajes de guerreros águila y jaguar resonaba como un símbolo de honor. Escuelas como la calmecac y la telpochcalli forjaban a nobles y plebeyos, el eco de sus lecciones resonando en un pueblo jerárquico pero unido. El comercio florecía en Tlatelolco, el crujir de las barcas al descargar cacao y turquesa llenando el aire. El silbido de los poetas, como Nezahualcóyotl de Texcoco, cantaba a la fugacidad de la vida, un susurro de una cultura que equilibraba la guerra con el arte. En 2024, un códice hallado en Chalco narró la fundación de Tenochtitlán, un eco de su orgullo grabado en papel de amate. La Caída y el Eco El siglo XVI trajo el estruendo de 1519, y el aroma del hierro y la pólvora llenó el aire cuando Hernán Cortés llegó con sus barcos. El crujir de las velas al desplegarse resonó mientras Moctezuma Xocoyotzin lo recibió, confundido por profecías de Quetzalcóatl. El silbido de las traiciones marcó la Noche Triste en 1520, y el tintineo de las armas al chocar resonó en la caída de Tenochtitlán en 1521, bajo Cuauhtémoc. El eco de las ruinas al derrumbarse sepultó un imperio, pero no su espíritu. Los españoles impusieron su cruz, el crujir de las iglesias alzándose sobre los templos, pero las raíces mexicas sobrevivieron en la sangre mestiza y las tradiciones. El silbido de las lenguas náhuatl aún resuena en pueblos como Milpa Alta, un susurro de su resistencia. A 9 de abril de 2025, los mexicas son un torbellino vivo: en el Zócalo que cubre su capital, en los códices que narran su grandeza, y en el alma de un México que lleva su legado. No fue solo un imperio; fue un rugido de poder y fe, un eco que invita a mirar más allá del lago, al corazón de una civilización eterna.
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  • MÉXICO: TIERRA QUE NACE DEL FUEGO Y LA FLOR

    México es más que una nación:
    es una voz antigua que canta en náhuatl,
    una danza entre el mar y la montaña,
    una raíz que florece en mil colores.

    En su pecho caben volcanes dormidos,
    selvas que respiran siglos,
    ciudades que despiertan con rezos y guitarras,
    y un pueblo que, aun herido, nunca se arrodilla.

    Los 32 Corazones de una Patria Viva

    Cada estado es un latido distinto,
    una historia que se teje con manos humildes,
    con sazón, con orgullo, con fuerza y belleza:

    1. Aguascalientes, cuna de la Feria de San Marcos y tierra de vino y guayaba, donde la tradición taurina y la devoción se entrelazan

    2. Baja California, con sus valles de vino y el manto azul del Pacífico, donde la tierra se funde con la modernidad y la cocina de frontera.

    3. Baja California Sur, santuario de ballenas y desiertos mágicos, donde Los Cabos y La Paz son susurrados por la brisa marina.

    4. Campeche, amurallado y sereno, donde las calles empedradas guardan piratas, mayas y atardeceres de oro.

    5. Chiapas, rebelde y mística, donde los tzotziles y lacandones aún hablan con los árboles, y Palenque canta al pasado.

    6. Chihuahua, el gigante del norte, donde la Sierra Tarahumara abriga a los rarámuris y el cobre brilla entre barrancas profundas.

    7. Ciudad de México, corazón palpitante, mezcla de lo antiguo y lo moderno, donde Tenochtitlán respira bajo el concreto y la cultura rebosa en cada esquina.

    8. Coahuila, vasto y fuerte, de viñedos, desiertos y dinosaurios, donde Parras guarda el vino más antiguo del continente.

    9. Colima, pequeño en tamaño, inmenso en alma: con su volcán activo, sus playas tranquilas y su café de altura.

    10. Durango, tierra del cine y del silencio dorado del desierto, donde nacieron forajidos, leyendas y paisajes de película.

    11. Estado de México, diverso como el país entero, con Teotihuacán alzándose hacia el cielo, y pueblos con alma de cantera y maíz.

    12. Guanajuato, barroco y valeroso, donde Hidalgo encendió la llama de la libertad y la arquitectura pinta poesía sobre piedra.

    13. Guerrero, de playas rebeldes y montañas guerrilleras, donde Acapulco brilla, pero también lo hacen sus pueblos afromexicanos.

    14. Hidalgo, tierra otomí y tolteca, de prismas basálticos, pastes y ferias que honran la tradición minera.

    15. Jalisco, cuna del mariachi, el tequila y la charrería, donde Guadalajara canta, el lago de Chapala abraza y el alma mexicana se afirma.

    16. Michoacán, patria del alma purépecha, de mariposas monarca, guitarras de Paracho y la Noche de Muertos más viva del mundo.

    17. Morelos, jardín de la eterna primavera, de balnearios y zapatismo, donde la historia florece entre aguas termales.

    18. Nayarit, escondido y azul, entre la sierra y el mar, con playas como Sayulita y una herencia huichol que danza con el viento.

    19. Nuevo León, industrial y vigoroso, donde Monterrey alza su orgullo al pie del Cerro de la Silla y las carnes asadas son religión.

    20. Oaxaca, un universo en sí mismo: 16 pueblos originarios, siete moles, y una sabiduría milenaria que vibra en mercados y montañas.

    21. Puebla, barroca y heroica, con sus volcanes eternos, su mole legendario y su Talavera que embellece el mundo.

    22. Querétaro, limpio y valiente, donde los acueductos custodian la historia y la independencia susurra entre plazas coloniales.

    23. Quintana Roo, tierra de dioses mayas y mares turquesa, donde Tulum y Bacalar encandilan, y los cenotes son espejos del alma.

    24. San Luis Potosí, de huasteca y desierto, donde la música, las cascadas y las minas de Real de Catorce encantan al viajero.

    25. Sinaloa, rítmico y fértil, de banda, mariscos y valles verdes que alimentan a México entero.

    26. Sonora, donde el sol forja carácter y las carnes se asan con paciencia; tierra yaqui y de valles que huelen a mezquite.

    27. Tabasco, edén húmedo y sabroso, cuna del cacao y la cultura olmeca, donde el agua lo es todo.

    28. Tamaulipas, de frontera vibrante y playas amplias, donde la tradición norteña cabalga al compás del acordeón.

    29. Tlaxcala, pequeño y esencial, donde nació la alianza indígena que transformó el destino de un imperio.

    30. Veracruz, jarocho y sonoro, puerto de alegría, de huapango, fandango y café, donde el mar abraza la montaña.

    31. Yucatán, donde el maya no ha muerto, donde los cenotes guardan secretos de agua viva, y Mérida brilla con sabor, paz y orgullo.

    32. Zacatecas, de cantera y plata, donde la historia duerme en callejones empedrados, y la poesía se canta con tambora.

    México no se recorre, se siente.
    No se explica, se vive.
    No se olvida, porque en cada rincón hay un altar, una canción, una lucha y una esperanza.
    Es un país que sangra con dignidad y florece con amor.
    MÉXICO: TIERRA QUE NACE DEL FUEGO Y LA FLOR México es más que una nación: es una voz antigua que canta en náhuatl, una danza entre el mar y la montaña, una raíz que florece en mil colores. En su pecho caben volcanes dormidos, selvas que respiran siglos, ciudades que despiertan con rezos y guitarras, y un pueblo que, aun herido, nunca se arrodilla. Los 32 Corazones de una Patria Viva Cada estado es un latido distinto, una historia que se teje con manos humildes, con sazón, con orgullo, con fuerza y belleza: 1. Aguascalientes, cuna de la Feria de San Marcos y tierra de vino y guayaba, donde la tradición taurina y la devoción se entrelazan 2. Baja California, con sus valles de vino y el manto azul del Pacífico, donde la tierra se funde con la modernidad y la cocina de frontera. 3. Baja California Sur, santuario de ballenas y desiertos mágicos, donde Los Cabos y La Paz son susurrados por la brisa marina. 4. Campeche, amurallado y sereno, donde las calles empedradas guardan piratas, mayas y atardeceres de oro. 5. Chiapas, rebelde y mística, donde los tzotziles y lacandones aún hablan con los árboles, y Palenque canta al pasado. 6. Chihuahua, el gigante del norte, donde la Sierra Tarahumara abriga a los rarámuris y el cobre brilla entre barrancas profundas. 7. Ciudad de México, corazón palpitante, mezcla de lo antiguo y lo moderno, donde Tenochtitlán respira bajo el concreto y la cultura rebosa en cada esquina. 8. Coahuila, vasto y fuerte, de viñedos, desiertos y dinosaurios, donde Parras guarda el vino más antiguo del continente. 9. Colima, pequeño en tamaño, inmenso en alma: con su volcán activo, sus playas tranquilas y su café de altura. 10. Durango, tierra del cine y del silencio dorado del desierto, donde nacieron forajidos, leyendas y paisajes de película. 11. Estado de México, diverso como el país entero, con Teotihuacán alzándose hacia el cielo, y pueblos con alma de cantera y maíz. 12. Guanajuato, barroco y valeroso, donde Hidalgo encendió la llama de la libertad y la arquitectura pinta poesía sobre piedra. 13. Guerrero, de playas rebeldes y montañas guerrilleras, donde Acapulco brilla, pero también lo hacen sus pueblos afromexicanos. 14. Hidalgo, tierra otomí y tolteca, de prismas basálticos, pastes y ferias que honran la tradición minera. 15. Jalisco, cuna del mariachi, el tequila y la charrería, donde Guadalajara canta, el lago de Chapala abraza y el alma mexicana se afirma. 16. Michoacán, patria del alma purépecha, de mariposas monarca, guitarras de Paracho y la Noche de Muertos más viva del mundo. 17. Morelos, jardín de la eterna primavera, de balnearios y zapatismo, donde la historia florece entre aguas termales. 18. Nayarit, escondido y azul, entre la sierra y el mar, con playas como Sayulita y una herencia huichol que danza con el viento. 19. Nuevo León, industrial y vigoroso, donde Monterrey alza su orgullo al pie del Cerro de la Silla y las carnes asadas son religión. 20. Oaxaca, un universo en sí mismo: 16 pueblos originarios, siete moles, y una sabiduría milenaria que vibra en mercados y montañas. 21. Puebla, barroca y heroica, con sus volcanes eternos, su mole legendario y su Talavera que embellece el mundo. 22. Querétaro, limpio y valiente, donde los acueductos custodian la historia y la independencia susurra entre plazas coloniales. 23. Quintana Roo, tierra de dioses mayas y mares turquesa, donde Tulum y Bacalar encandilan, y los cenotes son espejos del alma. 24. San Luis Potosí, de huasteca y desierto, donde la música, las cascadas y las minas de Real de Catorce encantan al viajero. 25. Sinaloa, rítmico y fértil, de banda, mariscos y valles verdes que alimentan a México entero. 26. Sonora, donde el sol forja carácter y las carnes se asan con paciencia; tierra yaqui y de valles que huelen a mezquite. 27. Tabasco, edén húmedo y sabroso, cuna del cacao y la cultura olmeca, donde el agua lo es todo. 28. Tamaulipas, de frontera vibrante y playas amplias, donde la tradición norteña cabalga al compás del acordeón. 29. Tlaxcala, pequeño y esencial, donde nació la alianza indígena que transformó el destino de un imperio. 30. Veracruz, jarocho y sonoro, puerto de alegría, de huapango, fandango y café, donde el mar abraza la montaña. 31. Yucatán, donde el maya no ha muerto, donde los cenotes guardan secretos de agua viva, y Mérida brilla con sabor, paz y orgullo. 32. Zacatecas, de cantera y plata, donde la historia duerme en callejones empedrados, y la poesía se canta con tambora. México no se recorre, se siente. No se explica, se vive. No se olvida, porque en cada rincón hay un altar, una canción, una lucha y una esperanza. Es un país que sangra con dignidad y florece con amor.
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  • ¿Qué hubiera pasado si los aztecas nunca hubieran sido conquistados? #Aztecas #HerenciaOlvidada #Mayas #México
    ¿Qué hubiera pasado si los aztecas nunca hubieran sido conquistados? #Aztecas #HerenciaOlvidada #Mayas #México
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  • Este niño que ves aquí sería sin duda un prodigio y un hombre sumamente admirado y respetado por todo México y parte del extranjero. Estudió en el ‘Colegio Alemán Alexander von Humboldt’ de la Ciudad de México, donde aprendió alemán, inglés, francés, italiano, sueco y los principios básicos del náhuatl, pues Alberto Moreno, su nombre real, siempre se sintió orgulloso de ser mexicano.

    Al concluir sus estudios, Alberto ingresó al Heroico Colegio Militar graduándose como Teniente de Caballería y Administración del ejército mexicano, egresando con altas calificaciones.

    No obstante, siendo un joven sumamente culto y con el camino libre para hacer una carrera exitosa como militar, su pasión era en realidad la música y la ópera. Realizó algunos estudios militares adicionales en París y Roma, pero en Europa, donde la música clásica era sumamente popular, le hacían aferrarse a su sueño de algún día, convertirse en un gran cantante de ópera con fama internacional, y que su nombre, Alberto Moreno, fuera reconocido por su voz, pero el destino le negaría este sueño.

    Tomaba clases de canto con el famosísimo Maestro José Pierson quien le ayudaría a entrar a la radio debido a su gran talento. Para los 20 años de edad, y ya con una voz educada, canta por primera vez en la XETR interpretando varias arias de ópera, pero en México no le daban el reconocimiento que se merecía.

    Se fue a probar suerte al extranjero donde comenzó a generar cierto reconocimiento pero aún así, no despegaba. Seguramente habría recordado que otra opción para él era tomar en serio la posibilidad de aspirar a una carrera en medicina. Como última esperanza, hizo audiciones para el Metropolitan Opera House en EE.UU. luciendo su poderosa voz de tenor, pero al final no sería aceptado, ofreciéndole sólo un lugar como suplente, lo cual él por orgullo rechazó.

    Ya sin dinero, tuvo qué trabajar en oficios de toda índole hasta que un día, el productor de cine Gonzalo Varela lo conoció cantando y le invitó a participar en una cinta llamada “La madrina del diablo” y debido a la urgencia economía de Alberto, aceptó interpretando un papel que no era el género que a él le gustaba.

    “Yo soy un cantante de ópera y así seguiré”.

    Al concluir la cinta, y con algo de dinero, Alberto Moreno regresó a EE.UU. insistiendo en convertirse en cantante de ópera, hasta que un día, alguien le sugirió que mejor dedicara su voz a otro género, pues a Alberto le molestaba que cuando interpretaba boleros, el público enloquecía con él, lo cual no lograba con la ópera.

    Alberto vuelve a aceptar otro papel en el cine mexicano y aunque era un mexicano orgulloso de su patria, como músico culto le molestó al principio ponerse el traje de charro y cantar música ranchera, pero ¡vaya sorpresa! Resulta que la música mexicana sonaba muy distinta y superior con él debido a su técnica única, pues debido a que la ópera le había dado una sólida preparación vocal, su voz poderosa y educada sonaba majestuosamente bien interpretando cualquier canción ranchera, llevando dichas grabaciones a límites que ningún otro cantante popular lograba ni de lejos.

    Alberto Moreno cambió su nombre artístico, pues Alberto era el cantante de ópera, y ya que su nombre completo era Jorge Alberto Negrete Moreno, esta vez eligió su otro nombre y su otro apellido en su faceta como charro cantor, Jorge Negrete, y el resto fue historia.

    Como dato curioso, Ismael Rodríguez quien fue el único que logró dirigir a Negrete con Pedro Infante, comentaba que mientras Pedro Infante tenía una media voz que solo le permitía cantar al oído a la mujer, lo cual a Pedro le molestaba por tener en su opinión un “méndigo chisguetito de voz”, Jorge Negrete era lo contrario, pues con su poderosa voz podía sin problema cantar sin micrófono con toda una orquesta y que su voz llegara a escucharse claramente hasta el último piso del edificio más alto.

    Autor: Capitán Cruz
    Este niño que ves aquí sería sin duda un prodigio y un hombre sumamente admirado y respetado por todo México y parte del extranjero. Estudió en el ‘Colegio Alemán Alexander von Humboldt’ de la Ciudad de México, donde aprendió alemán, inglés, francés, italiano, sueco y los principios básicos del náhuatl, pues Alberto Moreno, su nombre real, siempre se sintió orgulloso de ser mexicano. Al concluir sus estudios, Alberto ingresó al Heroico Colegio Militar graduándose como Teniente de Caballería y Administración del ejército mexicano, egresando con altas calificaciones. No obstante, siendo un joven sumamente culto y con el camino libre para hacer una carrera exitosa como militar, su pasión era en realidad la música y la ópera. Realizó algunos estudios militares adicionales en París y Roma, pero en Europa, donde la música clásica era sumamente popular, le hacían aferrarse a su sueño de algún día, convertirse en un gran cantante de ópera con fama internacional, y que su nombre, Alberto Moreno, fuera reconocido por su voz, pero el destino le negaría este sueño. Tomaba clases de canto con el famosísimo Maestro José Pierson quien le ayudaría a entrar a la radio debido a su gran talento. Para los 20 años de edad, y ya con una voz educada, canta por primera vez en la XETR interpretando varias arias de ópera, pero en México no le daban el reconocimiento que se merecía. Se fue a probar suerte al extranjero donde comenzó a generar cierto reconocimiento pero aún así, no despegaba. Seguramente habría recordado que otra opción para él era tomar en serio la posibilidad de aspirar a una carrera en medicina. Como última esperanza, hizo audiciones para el Metropolitan Opera House en EE.UU. luciendo su poderosa voz de tenor, pero al final no sería aceptado, ofreciéndole sólo un lugar como suplente, lo cual él por orgullo rechazó. Ya sin dinero, tuvo qué trabajar en oficios de toda índole hasta que un día, el productor de cine Gonzalo Varela lo conoció cantando y le invitó a participar en una cinta llamada “La madrina del diablo” y debido a la urgencia economía de Alberto, aceptó interpretando un papel que no era el género que a él le gustaba. “Yo soy un cantante de ópera y así seguiré”. Al concluir la cinta, y con algo de dinero, Alberto Moreno regresó a EE.UU. insistiendo en convertirse en cantante de ópera, hasta que un día, alguien le sugirió que mejor dedicara su voz a otro género, pues a Alberto le molestaba que cuando interpretaba boleros, el público enloquecía con él, lo cual no lograba con la ópera. Alberto vuelve a aceptar otro papel en el cine mexicano y aunque era un mexicano orgulloso de su patria, como músico culto le molestó al principio ponerse el traje de charro y cantar música ranchera, pero ¡vaya sorpresa! Resulta que la música mexicana sonaba muy distinta y superior con él debido a su técnica única, pues debido a que la ópera le había dado una sólida preparación vocal, su voz poderosa y educada sonaba majestuosamente bien interpretando cualquier canción ranchera, llevando dichas grabaciones a límites que ningún otro cantante popular lograba ni de lejos. Alberto Moreno cambió su nombre artístico, pues Alberto era el cantante de ópera, y ya que su nombre completo era Jorge Alberto Negrete Moreno, esta vez eligió su otro nombre y su otro apellido en su faceta como charro cantor, Jorge Negrete, y el resto fue historia. Como dato curioso, Ismael Rodríguez quien fue el único que logró dirigir a Negrete con Pedro Infante, comentaba que mientras Pedro Infante tenía una media voz que solo le permitía cantar al oído a la mujer, lo cual a Pedro le molestaba por tener en su opinión un “méndigo chisguetito de voz”, Jorge Negrete era lo contrario, pues con su poderosa voz podía sin problema cantar sin micrófono con toda una orquesta y que su voz llegara a escucharse claramente hasta el último piso del edificio más alto. Autor: Capitán Cruz
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  • Que onda con México acaso la profecía es cierta

    https://www.tiktok.com/t/ZT2KTyHQ3/
    😱 Que onda con México acaso la profecía es cierta 🇲🇽 https://www.tiktok.com/t/ZT2KTyHQ3/
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  • Ya inició la construcción del Tren México Pachuca, esta magna obra estará a cargo de los Ingenieros Militares, han tenido a su cargo obras como los aeropuertos AIFA y el de TULUM, así como 3 tramos del Tren Maya
    Ya inició la construcción del Tren México Pachuca, esta magna obra estará a cargo de los Ingenieros Militares, han tenido a su cargo obras como los aeropuertos AIFA y el de TULUM, así como 3 tramos del Tren Maya 😎 🥳
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